Los dias después y el espejo de lata | Escribe Lorena Edo- Tensei

 

 Desde niño supe que lo mio era la ciencia. Eso que mis padres vieron como un juego para mi eran los primeros pasos hacia lo que me convertiría de adulto: el típico científico loco de la tele, mi sueño era ser (o al menos tener) la pinta del científico de volver al futuro, y la brillantez de Tesla. Bueno, parte de mi sueño fue la base del paradigma que guió toda mi investigación. 

No quiero ir con más vueltas: lo que descubrí es algo muy simple, pero como les digo, me llevo años poder demostrarlo. Y que me creyeran

Solo necesite a varias personas , un espejo, y el galponcito del fondo, que usé como taller para mis experimentos. En esto no había lugar para alquimia ni sandeces: estaba haciendo ciencia.

cientos de noches y días después de intentar dar con la fórmula(*): al fin lo había logrado.

Documente cada parte del proceso, y tengo las pruebas de cada paso descripta con rigurosidad científica. Respirar, probar , convencer, fallar, probar de  nuevo; era mi pan de cada día. La opción nunca fue el fracaso, no me daba por vencido.

 

No era una tarea sencilla, me dedique a investigar los efectos de la depuración caótica, una rama inexplorada de las ciencias naturales, y yo la había descubierto.

 Déjenme ponerlos en contexto, y explicarles como llegue a darle forma a mi investigación. Porque no es cosa de que se me ocurrió y ya. Fueron muchas cosas las que me sucedieron, hasta que até cabos sueltos y ..podria decirse que la manera creativa de darle cause a mis problemas, fue entender de que se trataba  mi descubrimiento.

Yo era el mas petiso de la clase. y se burlaban de mi en la escuela. Tenia diez años pero mi complexión pequeña me hacia parecer de menos edad, y eso no era inconveniente para mi en ese entonces, sabia yo que mi virtud de parecer joven, era motivo de burlas, pero que en unos años se convertiría para mi en una ventaja, pero los niños de la escuela no lo veían así, me decían Pablito el pimeo (sea lo que para ellos significase el término "pimeo")

En fin, que a causa de esas burlas me volví un niño bastante solitario, y se convirtieron en mis mejores amigos; todos los libros de mi casa. No necesitaba salir a jugar a la pelota  -¿para que? para que los bobos de mis pares se burlaran de mi altura? mejor leer a Verne, Asimov ... ¡que se yo! mejor leer los manuales de física que habían por todos lados, creo que hasta era mejor idea leer las novelas románticas de la abuela a compartir mis tardes con aquellos bastardos.

Leí en una revsita - de las que mi mamá siempre compraba para enterarse de su horóscopo - , sobre  los poderes curativos de los espejos. - Claro, eran todas patrañas que sucedían cuando uno iniciaba ciertos rituales con espejos, piedras, velas, y chácharas de ese tipo. Era entretenido leer esas historias, porque solo eran historias. Por algún motivo (curiosidad, tal vez) intenté probar si funcionaba conmigo alguno de esos rituales .Me paré frente al espejo, me mire a los ojos, frote mis manos vigorosamente y declare: " pese a mi altura, soy irresistible para las chicas".- ¡Vaya si eso era mentira! las niñas ni me miraban,  yo no era popular.  Yo era petiso. Pero como parte de una estrategia bastante buena de mi parte, se me ocurrió que si las chicas se fijaban en mi, eso haría explotar de rabia a mis compañeros de clase. Me esforzaría en ser un seductor irremediable, pese a mi altura, pese a mi falta de popularidad. Ese fue mi objetivo del año por aquel entonces.

Escribí en un cuaderno, mi plan de acción: Consistía  en pararme frente al espejo durante 360 días seguidos a razón de veinte minutos cada día, y repetir en voz alta eso que ya les conté. Como no era ningún zonzo, empecé en enero, siendo así que tendría dos meses antes de comenzar las clases para volverme irresistible, en el caso, claro, de que aquel plan funcionara. No tenia ninguna certeza de que funcionara, eso era obvio: de ninguna manera repetir intransigentemente nada frente a un espejo haría que se cumpliera; eso pasaba solo en los cuentos. Déjenme decirles que ese fue mi primer caso documentado de las experiencias de depuración caótica  -más adelante les contare porque decidí ponerle ese nombre a mi descubrimiento.


Conforme fueron pasando los días, ya a finales de febrero comencé a notar algunas situaciones atípicas, para nada atribuibles a mi riguroso experimento de la declaración frente al espejo. Rosita, la del negocio de la esquina me decía que cada día estaba mas apuesto ( todas las señoras mayores le dicen eso a los niños en edad de crecimiento, así que no le di importancia, si bien esos piropos, me daban ánimos, y los anotaba en mi cuaderno de documentaciones) Otro día , mi abuela comentaba mientras hablaba con sus amigas que "Pablito cada vez esta mas lindo" y cosas así. Debo confesar que tuve que atribuir esos disparates a la casualidad, pero cada vez comencé a desconfiar más de las casualidades. Yo era Pablito el petiso, Pablito el que nadie invitaba a jugar, Pablito el de los libros; nada del "que lindo te estas poniendo". Sentimientos encontrados, me llevaron a cuestionar seriamente la eficacia de mi experimento, pero solo tendría pruebas suficientes de estar volviéndome mas bello, cuando comenzara las clases. 

Había anotado: "si las chicas se dan cuenta de que soy irresistible, entonces habría tenido éxito en menos tiempo de lo previsto" y una nota al margen con unos muchos "jajas" que agregué, como para recordarme a mi mismo que todo aquello solo era un juego. Pero cada vez tenia menos tintes de ser un juego.

Eran finales de marzo, y creer o reventar; mi mamá comenzó a alardear entre las vecinas que su hijo estaba volviendo locas a sus compañeritas. Resulta que encontró en mi mochila (si, sin querer, "acomodando unas cosas") cuatro cartas que me habían mandado, claro que yo no las abría. No sabia que contenían, ¡ a ver si todavía ahora este año también  iban a empezar a cargarme por carta también! ni loco las hubiera abierto. Yo tenia en mente que eso de ser irresistible , no era algo que debía corroborar epistolarmente, yo quería hechos concretos. Como que viniera Paula, y me dijera : "Pablo: estoy loca por vos. Cuando seamos adultos debemos casarnos" o algo por el estilo. Según mi idea, eso era ser irresistible para las chicas, y a mi nadie había venido a proponerme casamiento hasta la fecha. Bueno, era chico, claro que no iba a casarme, pero ir sabiendo esto desde ahora, ¿que decir? me dejaba un poco tranquilo. Nada de ser como el Tío Nacho, que a sus treinta y pico todos decían que  era un solterón. Y no sabia si eso era algo bueno o malo pero no quería que me dijeran así cuando fuera grande. Yo iba a ser un científico revolucionario, y también irresistible,porque no olvidemos que gracias a mi voluntad y espina de investigador, estaba en vías de convertirme también en un hombre irresistible... bastante tenia con estar esforzándome en ser irresistible. Y esto, era algo totalmente opuesto a ser un solterón. Eso seguro.

Tuve ganas de abandonar mi experimento del espejo varias veces, pero me recordaba a mi mismo que me había propuesto hacerlo durante 360 días. Honestamente, para el día 102 ya estaba muy aburrido. Pero debo admitir que sin darme cuenta, los chicos ya no me cargaban para nada, y que alrededor mio se sentaban varias de las chicas lindas de mi clase. Pero yo no les daba importancia, periferia leer en los ratos libres.  Aquello de tenerlas cerca, solo era una corroboración . En verdad no había detrás de todo esto, un propósito aparte mas que el de fastidiar a mis compañeros. Y claro, comprobar si lo del espejo servía o no.

Varios cuadernos y  años después, supe que aquella actitud mía era lo que me volvía "irresistible", no mi sex appeal natural de pre-adolescente, como yo creía entonces . Y esto era una manera de ver la situación, porque era mas probable que al final, yo fuera naturalmente hermoso,pero  solemnemente bajo, y nada tuviera que ver con las depuraciones caóticas, como lo descubriría después.

Volviendo a la magia del espejo, para que mentir ¡yo estaba bastante lindo  para mediados de junio! pero releyendo la documentación, llegué a concluir que si estaba lindo, era porque después de tantos días repitiéndome eso de que era irresistible, de alguna manera termine creyéndomelo, y no sabia hasta el momento porque, se termino convirtiendo en algo cierto. Seriamente cierto. 

Y quise saber si lo que a mi me estaba dando resultados, serviría para alguien mas. Entonces  una tarde después de clases, nos quedamos en la biblioteca ;Lito, el Flaco y Matías. De los tres, me llevaba mejor con Matías, porque era el mas callado. Y su problema existencial era la idea de que era tonto. El lo decía; para mi no lo era. Y si bien no eramos mejores amigos, para mi el era el mas bueno del mundo, y si, era bastante lerdo en matemáticas, pero creo que su bondad lo ayudaba con la maestra. Siempre lo terminaba aprobando. Pero esa tarde, mientras  Lito y el Flaco hablaban de lo difícil que se estaban poniendo los problemas con fracciones, Matias nos dijo que tenia miedo de no entender nunca los números. Y que para el era una vergueza, porque su papá era contador, y él como hijo no podía ser tonto con los números ( ¡que cosas pasaban por la mente de ese niño!) recuerdo que esperé que se fueran los otros tres, y camino a casa le confesé de mi secreto . Le explique mi técnica del espejo y de las declaraciones a lo largo del tiempo. Le dije que se requería mucha disciplina, y que a mi no me había fallado. Podía comprobarlo por el mismo viendo los resultados (era claro para  todos que por aquel entonces, yo a era bastante irresistible) Matias se puso loco de contento,  me prometió intentarlo. Para no ir con tantas vueltas, unos meses después; él termino explicándonos cosas de matemáticas a nosotros, incluso a mi, que yo era bastante bueno en eso. El fue mi segundo conejillo de indias - el primero había sido yo mismo, claro -  Y resultó ser todo un éxito. ¡Llego lejisimos! hoy es profesor adjunto de la cátedra de Matemática aplicada de la Universidad.

Y cosas como esas pasaron miles, con el tiempo a todos los que conocía , cada vez que tenían algún problema les hablaba de la técnica del espejo. Algunos se reían, otros lo probaban, y los que lo hacían, nunca volvían a ser los mismos. 

Se preguntarán porque elegí ese nombre tan extraño ( depuración caótica) Resulta ser que hay cosas que traemos innatas, por default, digamos. Como una facilidad para  hacer ciertas cosas. Mi hermano Facundo,por ejemplo. Siempre fue bueno dibujando, nunca se esforzó para hacer algún tipo de arte, siempre le resulto fácil. Y sin tener que hacer nada raro con ningún espejo.- Mariela, cocinando era buenísima, nunca aprendió nada, ella decía que era todo por intuición. Bah, decía que condimentar cosas era algo que todos sabían hacer de manera natural, y es mentira, a mi no me sale condimentar nada. Pero si me lo propusiera, planificadamente, como cuando me propuse ser irresistible con las chicas, seguramente yo también seria un excelente cocinero. 

Parte de la documentacion sobre el experimento del espejo dice que no todo es magia en realidad todo eso es mas bien un acto de prestidigitación :la mente necesita de rituales para convencerse de algunas cosas. Y me corrijo: la mente necesita de patrañas para convencerse que puede hacer cosas de manera excepcional, pero para eso necesita aferrarse a una mentira. Y no necesariamente tiene que ser un espejo, yo lo implementé con ese objeto, pero podría haber sido cualquier otro: una piedra por ejemplo. Pude haberme parado frente a una piedra y repetir insistentemente algo que quisiera mucho, y eso hubiera pasado.

El final de la investigación concluyó con mi obra maestra: curé de calvicie a la abuela de mi esposa. Y era una vieja muy pelada, a sus 95 años- Si: a la vieja empezó a crecerle descomunalmente el pelo. Murió feliz a sus 99 años, y en el ataúd la muerta estaba rodeada de una trenza larguísima, se la veía con paz, pero bastante peluda. Si hasta bigote le había salido a  la vieja...

¿De que se trata el desorden de lo caótico? En algún aspecto, en nuestra vida hay caos. Suceden cosas que creemos no poder controlar. Porque nos lo hicieron creer, porque no no tuvimos suficiente confianza, porque alguna vez algo nos salió mal y arrastramos el error durante años, en fin. Todo es parte de una creencia; un detalle defectuoso en nuestra personalidad, o en nuestro cuerpo ( desde algo feo, algo estético, hasta una enfermedad) nos lleva al caos, y sumergidos en el, no vemos como salir de ellos. Se puede salir del caos ( del problema, del defecto, llámenlo como quieran ) convenciéndonos a nosotros mismos de que poseemos la cualidad diametralmente opuesta. Y para ello lo mejor es valerse de un instrumento auxiliar - en mi caso, toda la vida use el espejo- .  ¿Porque algo auxiliar? porque así engañamos a la mente mas fácil.

A mis veinticinco años, tuve que  cambiar el espejo por uno bien barato y feo . No como el que había en el sótano de casa (dorado y añejo como ninguno, como una  pieza de un museo. Pero por robusto no era posible trasladarlo a todos lados, como luego requerí hacer ) Compré en una feria americana un espejo de treinta cm de diámetro, con borde de lata, es el que uso aun hoy en día en mis conferencias para cambiarle ala vida a la gente. Lo curioso, es que descubrí que el espejo de lata, producía resultados mas rapido que un espejo delicado y mas grande. Creo que el hecho de poder manipularlo, carga el material dúctil con la energía propia y por ello los resultados llegan antes. En el libro tres lo explique de esa manera.

Fue entonces cuando decidí dejar todo lo que hacia, dedicándome a tiempo completo para transcribir en la computadora mis ideas, experiencias y testimonios, y salí a mostrárselo a la gente. Si, tarde diez años en escribir algo lo suficientemente persuasivo como para que quienes no me conocieran, creyeran en lo que les estaba diciendo. Publiqué un primer  libro "El desorden de lo caótico" y aquí me tienen, a mi primogénito le precedieron al día de la fecha 20 libros más. Doy conferencias y talleres enseñándole a la gente que pueden ser cualquier cosa que decidan hacer, solo deben tener la rigurosidad , curiosidad y persistencia de un niño de diez años que se obsesiona con algo.





(*)tener la rigurosidad , curiosidad y persistencia de un niño de diez años que se obsesiona con algo. Como parte de un ritual convencedor, pueden servirse de la ayuda de un objeto complementario. Yo recomiendo un espejo barato con borde de lata.

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