Una taza de café- Escribe Julian coniglio

                                                                 Créditos de la imagen: Ngo Minh Tuan by Pixabay

 

Domingo 17 hs. Estoy en el bar La Perla, como acordé con Micaela que nos encontraríamos. Me llamó y me dijo que teníamos que hablar, pero que no podía ser por teléfono. La verdad es que me puse muy nervioso al escuchar esas palabras.  

Con Mica nos  conocimos en el colegio a los 16 años. Desde el primer día me gustó muchísimo, siempre pensé en ella como la persona con quien quisiera estar todo el resto de mi vida. Lo malo de eso fue que jamás me animé a decirle nada por mi cobardía.  

Vi como se ponía de novia y le rompían el corazón. Siempre estuve ahí para consolarla y sacarle las lágrimas, mientras mi corazón se rompía cada vez más con cada una  que ella derramaba por una persona que no pudo apreciar lo que ella  es realmente.  

Son las 17:10 y aún no llega, típico en ella. Vuelvo a releer la carta por 5 vez. El mozo me mira con cara de "que pida algo o voy a tener que pedirle que espere a fuera" hasta que llegue ella. Así que me anticipo a eso y le pido una gaseosa. El mozo viene y gentilmente la abre y me sirve un poco. Le agradezco, tomo un sorbo mientras pienso que es lo que necesitas decirme, que tenia que ser en un bar y no en nuestras casas ni por teléfono.  Que es lo que te está incomodado o alegrando que tenes que sacarlo de adentro porque va a hacerte explotar sino.  

Miro lo hora 17:15. Y en eso veo q se habré la puerta y entras vos. Con tu metro sesenta y nueve, tu cabello castaño. Tu tez blanca en un vestido hasta las rodillas y unas sandalias, me saludas con la mano apenas me ves y me sonreís. Con esa sonrisa que toda la vida me derritió, esa sonrisa que te queda tan bien y es tan hermosa, que muchos no supieron apreciar lo linda que te queda y la luz que te da.  

Te acercas a la mesa. Me saludas con un beso, te sentás  y mientras te sacas los lentes me decís:
¿Cómo estas Facu? Gracias por venir, realmente. Es increíble que siempre que necesite algo estés. Te adoro. 

Mi corazón al escuchar ese te adoro quiere salir de mi pecho. En mi rostro dibujo una sonrisa tímida mientras me pongo colorado. Ya que por dentro estoy diciéndome que haría lo que fuera por vos. Pero lo que vas a escuchar es lo mismo de siempre “para eso estoy Mica, para siempre estar a tu lado y bancarte en todo" 

 Me volvés  a sonreír mientras agarras la carta. Te observo como miras minuciosamente cada renglón de la misma. Veo como tus ojos se mueven de izquierda a derecha de arriba hacia abajo. Veo los gestos de los mismos y de tu cara mientras lees y me río por dentro porque después de estudiarla íntegramente se lo que vas a pedir. Lo mismo de siempre. Una taza de café negro, un exprimido de naranja y una porción de lemmon  pie.  

Se acerca el mozo nuevamente, y como era de esperarse, pediste todo tal cual sabia que ibas a merendar. Él lo anota mientras  me me consulta si voy a querer algo. A lo cual le pido una taza de café también pero que sea cortado. Le agradezco. Y se marcha a dejar la comanda con la orden de ambos. 

 

Mientras veo como sigue entrando gente en el local y se escuchan los ruidos de la maquina que prepara el café, no puedo dejar de pensar en que es lo que tenes que decirme. Ya me muero de intriga. 

Comenzamos a hablar de como fue nuestro día. Como estuvo el viaje que hiciste el fin de semana a las cataratas con tus padres.  

Llegan los cafés , el mozo nos pide disculpas por interrumpir y te dice que ya te trae la torta y el jugo.  

Veo el mismo ritual de siempre en vos. Agarras 3 de azúcar emparejas los sobres los golpeas con 1 dedo y luego abrís  todos a la vez. Te conozco tanto que se hasta que acomodas los sobres que miren todos para el mismo lado.  

Ambos tomamos un sorbo a lo cual ya no aguanto más y te consulto.  

Bueno dale contame porque estamos acá? No aguanto más de la intriga.  

No cambias más con la ansiedad vos. — me decís riéndote.

Tengo que contarte algo muy importante. Me  decís mientras vas dándole un sorbo más a la taza.

— Dale largalo  que tanto misterio.  

Tomás mi mano ( lo cual se me hace muy extraño) para decirme a continuación

-Facu, estoy embarazada, conocí a un chico hace unos meses y la cosa se puso muy seria de golpe sin que nos diéramos cuenta. Es más:  estamos pensando en casarnos.   

Veo atónito el brillo que reflejan tus ojos mientras me contás todo. Es ese brillo que uno tiene cuando esta feliz. Por  dentro tengo diez millones de sensaciones distintas, la más fuerte de todas es mi sentir:  como mi corazón se hace añicos por la noticia. Pero tengo que disimular  porque solo soy tu amigo.  Todo esto ocurre mientras te miro a los ojos  y lo único que me sale  es preguntarte  si me estas diciendo la verdad o me estas jodiendo. Obvio que me decís que no estas jodiendo, que jamas lo harías con algo así.  

Recupero un poco la cordura y te digo que te felicito, que me re alegro por todo y estoy súper feliz por la noticia. Y que espero ser el padrino del niño por nacer. Mientras por dentro siento que tengo mil personas trabajando , viendo como poder reparar un poco todo lo que se rompió con esta noticia. 

Te digo que vas a contar conmigo  para lo que sea que necesites como desede el primer día y que me encanta verte tan bien y feliz.  

Lo cual es cierto. Siempre me encantó verte feliz y bien. Siempre amé verte sonreír y como se te hacen esos pocitos  en las mejillas.  

Logro recomponerme  del todo mientras pienso : ¿que eso es el amor? El amor es querer ver bien y feliz a la persona que amas por más que no sea a tu lado. Que el amor no es posesión, el amor no es que yo quiero estar bien con vos o sino, vos no podes ser feliz.  

No. El amor es todo lo contrario, cuando se ama a una persona no se le quieren cortar las alas, al contrario;  de ser necesario se le enseña a volar para que logre alcanzar la felicidad.  

Pienso en todo eso te veo sonreír con ese brillo en los ojos por formar la familia que siempre quisiste y me muero de amor,viéndote tan feliz. La verdad es que todo esto te sienta de diez porque estas más hermosa que la última vez que te vi.  

Pero la vida es así y el amor también. 

Mientras veo como comes tu merienda, pienso en lo afortunado que es el hombre a quien amas. Pienso en que podría morir de amor por vos. Pero ese amor que ya comente antes. El amor por verte feliz a vos: el verdadero amor. No la posesión ni la obsesión. Eso no es amor.  

Sigo mirándote mientras pienso si algún día podre dejar de amarte o si encontraré a alguien que logre provocar en mi todo lo que causaste vos.  

Todo esto lo hago mientras me termino mi taza de café…

Comentarios

Entradas populares